La historia en América no comienza con la llegada de los europeos; antes de eso los pueblos indígenas ya habían recorrido un largo camino.
Van más de cinco siglos que han transcurrido desde la llegada de los españoles a los territorios mesoamericanos; donde se inicio una confrontación cultural avasalladora, que generó una discrepancia entre la cosmovisión occidental y los nativos; la cual culminó con la conquista, y ruptura del mundo prehispánico. Por ende la perdida de gran parte de sus conocimientos y sabiduría. Que conllevó que durante siglos fuese desconocida y en otro caso negada, la producción de saberes de índole científico que los pueblos mesoamaricanos lograron alcanzar.
Resulta peculiar que el “descubrimiento de América” en 1492 se ha concebido como uno de los mayores logros en el avance científico y tecnológico europeo, mientras que representó el principio del fin de los conocimientos de las etnias nativas debido a la violencia, superposición cultural y en cierta medida, a la falta de interés de los europeos en comprender la cultura en la que estaban incursionando.No obstante, hubo quien se preocupo por estudiar y describir los aspectos en declive, para así dar a entender los avances logrados y conocer nuestros orígenes.
Los avances en materia de medicina prehispánica, involucró la curación y prevención de enfermedades, la cual fue primordial para esta sociedad. Equiparable quizás, al lugarque tenia la medicina europea; no obstante la cantidad y efectividad de los preparados conocidos por los pueblos mesoamericanos exhibía una riqueza excepcional.
En la investigación arqueológica de las culturas prehispánicas como fueron los mayas e incas, se han pasado por alto aspectos odontológicos. A pesar de la abundancia de material dentario y estructuras óseas halladas. Dichos vestigios ofrecen una considerable información paleo-patológica, así como también son clave para discernir e interpretar rasgos ideológicos de orden religioso y cosmogónico.
Se ha evidenciado que dichas culturas prehispánicas poseían un elevado conocimiento, y grado de especialización en técnicas para realizar tratamientos dentales; como extracciones, tratamientos periodontales y control de procesos infecciosos. Así mismo efectuaban modificaciones en sus dentaduras como muescas y tallados, perforaciones e incrustaciones de piedras preciosas, con motivos ornamentales y estéticos.
Los decorados dentales se realizaban por diferentes motivos de acuerdo a la época y sociedad que la practicara; así llegó a utilizarse como un distintivo de estatus elevado, de pertenencia a una tribu o clan, para resaltar la belleza, y con fines mágicos o religiosos¨ (Dufoo, Ochoa, De La Fuente, Ortiz, De León y Jiménez 2010).
Otro elemento a destacar y que confirma el elevado conocimiento de las culturas prehispánicas en la práctica dental, son el uso de la anestesia, materiales y adhesivos para obturar una cavidad. Se presume que el adhesivo utilizado era la resina; elaborada de mezcla de copal, hierbas, hueso molido y polvos minerales. Este hecho representa un avance importante en la práctica odontológica, un enigma el conocer sus propiedades físicas, químicas, biológicas y mecánicas, ya que podrían ser un material con características ideales para la restauración. Es evidente que han transcurridos siglos tras la cementación de la decoraciones dentales en los mayas, y aun se mantienen en su estado natural a pesar de las condiciones desfavorables en las que se hallaron (Cifuentes, 1963).
La tecnología que usaron para realizar las incrustaciones y así mismo las cavidades, requerían de un alto conocimiento a nivel odontológico; como el patrón de corte, la profundidad de la cavidad y el paralelismo (Solares, 1993). Los cuales son algunos rasgos determinantes en la odontología moderna para asegurar el éxito o fracaso de los tratamientos dentales. Esta discrepancia inexorable invita a reflexionar sobre este legado histórico que nos ha dejado los mayas e incas a nuestra odontología actual.
Los conceptos y técnicas convencionales para la confección restauraciones dentales han evolucionado en el tiempo a través de cambios dinámicos, generados por la creación de materiales; los cuales han abierto las puertas a nuevas posibilidades restauradoras.
En la actualidad, se plantea la incógnita acerca del tipo de material empleado por los Mayas e Incas para fijar las incrustaciones dentales. Se presume que debió ser de alta calidad, debido a que muchos de los dientes encontrados con incrustaciones han permanecido enterrados durante mas de mil años, en condiciones no favorables, y aun se encuentran adheridas en su lugar. (Dufoo y cols 2010).
Fastlicht realizó una investigación en 1951 donde analizó las sustancias presentes en el fondo de las cavidades dentarias y adheridas a las incrustaciones. Encontrando que su contenido era rico en calcio, fosforo y sílice, sustancias que por su características química pudieron servir como cemento.
Posteriormente otros laboratorios como el Instituto Tecnológico de Massachussets, y el Laboratorio del Ministerio de Tecnología de Londres, realizaron análisis cuantitativos y cualitativos sobre las sustancias empleadas por los Mayas para fijar las restauraciones, sin encontrar respuesta sobre el tipo de pegamento o cemento que utilizaron. Solo se presume que podría ser de una resina proveniente de las orquídeas tzacuhtli. (Fastlicht 1971, Fastlicht 1951).
Las técnicas prehispánicas empleadas en los trabajos den
tales mesoamericanas fueron dos: el limado y la perforación parcial. La incrustación, procedimiento relativamente complejo, requería una preparación de una cavidad circular diminuta, un ajuste preciso de la piedra a incrustar y su fijación con pegamen
tos especiales. En la presente revisión, se concluye que en la actualidad las sustancias empleadas por los Mayas e Incas como cemento para las restauraciones dentales aun se mantiene sin respuesta. Se presume que probablemente se hayan desintegrado por el pasar de los siglos, pero aun existe la controversia del porque aun existen piezas que se mantiene intacta la restauración. Centros de investigación como; Institute of Technology de Pasadena, el Massachussets Institute of Technology, y los laboratorios químicos del Ministerio de Tecnología del gobierno Inglés, afirman que existe una posibilidad que el pegamento usado era de una resina de copal; esta goma no es soluble en agua y tal vez mezclada con otra sustancia tuviese éxito en la fijación de incrustaciones dentarias; otra posibilidad es que se utilizará polvo de dientes junto con alguna resina como aglutinante. Aun no se tiene con certeza que sustancia, aglutinada o no con otra, fue la utilizada para fijar las incrustaciones, aunque se obtuvieron los compuestos que la forman, generalmente fosfatos de calcio. Linné investigador sueco y estudioso de Mesoamérica, citado por Fastlicht opina: “ No me incumbe juzgar si esto es o no digno de alabanza, pero he oído a prominentes especialistas expresar su sorpresa al observer que este cemento ha cumplido sus fines después de 1,500 años, mientras el nuestro, no obstante nuestra avanzada técnica, ni siquiera dura la vida de un paciente” (Pompa 2011). Este hecho nos permite tener un panorama real del avance significativo que obtuvieron dichas civilizaciones y las puertas que se abren al descubrir un material odontológico que podría ser clave para nuestra odontología adhesiva actual.
La literatura manifiesta que en los tratamientos actuales, para cementar una incrustación debe realizarse con un adhesivo queaporte la máxima retención posible, que posea una alta fuerza compresiva y sean totalmente insolubles en fluidos bucales. Además, es importante que las cavidades para restauraciones posean características ideales, para así asegurar el éxito del tratamiento. Sabemos que una buena adhesión entre el diente y el material de restauración es importante desde el punto de vista funcional y estético, por lo tanto, el aporte que brinda esta investigación es probarque nuestros antepasados poseían un alto nivel de conocimiento odontológico, en relación a los patrones de tallados y materiales de restauración.
Las culturas prehispánicas nos ha entregado un legado histórico para la humanidad, que se niegan a desaparecer; para así dar a entender los avances logrados y conocer los orígenes de nuestra odontología actual.